La hidratación con sales minerales es imprescindible eso lo sabemos, hasta aquí nada nuevo. Ahora bien, debemos tener en cuenta que no siempre estamos hidratados, puesto que hidratarse no es sólo beber agua.
Hagamos un poco de repaso, la hidratación con sales minerales es imprescindible por las funciones vitales del cuerpo y por el rendimiento deportivo aún más. Todos los tejidos del organismo no pueden realizar las funciones específicas sin agua ni electrolitos. A medida que utilizamos la combustión para obtener energía (en este caso cuando entrenamos) vamos agotando el agua. Durante la actividad diaria, gastamos de agua en la respiración, en la orina, sudor o las heces. La cantidad de gasto irá relacionada con los factores propiamente personales, como la edad, el sexo, la alimentación, nivel de entrenamiento… También variará según condiciones ambientales, como la humedad o la temperatura.
Una pista que nos será muy útil es el color de la orina que viene marcada por la cantidad de agua que ingerimos. Si tenemos un color amarillento, nos va a faltar hidratación.
Una pobre hidratación perjudica el rendimiento deportivo, ya que existe una relación directa entre la pérdida de peso corporal en el entrenamiento o carrera y la competitividad. Por eso es bueno tener un plan de hidratación antes, durante y después de entrenar o competir.
Antes de la competición se debe beber entre 400-800ml pero no de repente, sino paulatinamente y hay que saber que las comidas anteriores de algún modo afectan, ya que no es lo mismo ingerir proteína seca como carne, que comerse una sopa o crema que contiene líquido.
Durante la prueba o entrenamiento deberíamos empezar a beber unos 20-30 minuts antes. ¿Cómo saber mejor la cantidad de líquido? Encontramos la respuesta a la tasa de sudoración, que es la diferencia entre el peso anterior al deporte y después. La diferencia es una buena orientación sobre la cantidad de líquido perdido. Hay que saber que una pérdida del 2%, se considera una clara señal de deshidratación.
Una vez terminamos el entrenamiento o la carrera, debemos beber lo antes posible. La bebida debe ser hipertónica compuesta por hidratos de carbono, sales minerales, vitaminas y aminoácidos. Tal y como dice el artículo, “la hidratación con sales minerales es imprescindible.” Por eso te recomendamos una visita con un nutricionista deportivo, que te informará mejor cuáles son tus necesidades.
Atención!!! Deberíamos beber 1,5 litros por cada kilo perdido. Debemos beber hasta que el color de la orina sea claro.
Este artículo es un texto original de Silvia Escorihuela.